Las comunicaciones móviles en el mundo han evolucionado desde sus inicios, cuando en el año 1982 se introdujo el 1G para admitir voz analógica. Este suceso fue el inicio de una era de tecnologías y servicios que permitirían comunicarnos de una forma intuitiva, rápida y eficiente a través de dispositivos electrónicos personales, que en sus comienzos eran en exceso costosos.
Posteriormente, 2G y 3G introdujeron servicios como la voz digital y servicios de mensajería y multimedia. Esto generó un boom en la fabricación de teléfonos inteligentes y el despliegue de nuevas redes para las comunicaciones móviles, convirtiéndolas rápidamente en una de las autopistas más eficientes utilizadas para el tráfico de datos en todo el planeta.
Esta demanda de millones de usuarios queriendo conectarse a través de sus dispositivos personales requirió por parte de la industria la definición de nuevos protocolos de comunicación, y por parte de las entidades gubernamentales asumir retos como establecer regulaciones orientadas al uso eficiente del espectro.
La electrónica moderna jugó un papel fundamental en el desarrollo de las nuevas comunicaciones, ya que trazó el camino que hizo posible la fabricación de dispositivos móviles inteligentes de bajo costo, radios de comunicación y equipos de conmutación capaces de procesar simultáneamente señales de voz, audio y video y datos móviles, entre otros, demandando a los fabricantes aspectos importantes como (por sólo mencionar algunos):
· Autonomía de consumo de energía en los dispositivos móviles.
· Procesamiento de grandes cantidades de información.
· Convergencia de múltiples servicios.
· Seguridad de los datos.
Sin embargo, la carrera por ofrecer cada vez más servicios de valor agregado a los usuarios por parte de los operadores móviles marcó un nuevo comienzo en la era de las comunicaciones modernas: la adopción del internet móvil. Esta cambió radicalmente la manera en que las personas interactuamos con la tecnología, consultando nuevas fuentes de información, transformando los servicios de multimedia e introduciendo la voz y datos sobre IP, cambiando de forma definitiva la forma en que se comunican las personas entre sí, las personas con las máquinas y las máquinas con más máquinas en cualquier parte del mundo (IoT).
Las redes de 4G que actualmente han sido desplegadas a lo largo y ancho de los territorios, construyeron el camino hacia las redes de nueva generación como 5G. Esta vez no será sólo una evolución, sino una transformación que traerá mucho más que una más rápida comunicación móvil.
El 5G tendrá será más que una simple evolución, pues soportará la conexión simultánea de múltiples dispositivos inteligentes, baja latencia y ubicuidad de la red, permitiendo a los usuarios experimentar velocidades de descarga en sus equipos de cómputo ultra rápidas, y esto posibilitará finalmente una adopción democrática y real de nuevas – y deseadas- tecnologías, como:
· Realidad aumentada
· Impresión 3D
· Automóviles autónomos
· Video Ultra HD
· IoT
En esta nueva era que estamos por vivir, las redes 5G podrán habilitar nuevas maneras de interactuar, vivir y operar. Nuestras ciudades podrán adoptar nuevas tecnologías orientadas al mejoramiento de las condiciones de seguridad, de educación y de salud de nosotros los habitantes, a través de un mejor análisis de los datos, de servicios públicos y de transporte ma´s eficientes mediados por monitoreo en tiempo real, se podrá optimizar la utilización de recursos naturales como el agua o energía en la industria y la agricultura, y mucho más, fomentando así la construcción de territorios cada vez más inteligentes y sostenibles en el planeta.
Vamos camino a desplegar esas redes que serán aprovechadas para una mejor seguridad y calidad de vida, gracias a esta nueva era de las comunicaciones móviles.
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